Cómo apoyar la imagen corporal de tu hijo o hija

noviembre 2, 2022 NIÑAS

Madilynn, de seis meses, mi primera nieta, acababa de llegar a visitarme. Le estaba contando lo feliz que estaba de verla cuando mi marido se acercó, le sacudió la pequeña pierna y dijo: “¡Es tan gorda!”. Si bien lo dijo de forma amorosa y muy sonriente, fue desalentador.
“¡Es una bebé!”, respondí, “¡y es hermosa!”.

Para ayudar a los niños y a las niñas a sentirse a gusto con su cuerpo y consigo, es fundamental fomentar una actitud positiva sobre el tamaño y las medidas del cuerpo.

La imagen corporal son los pensamientos y sentimientos que una persona tiene sobre su cuerpo. Los bebés nacen con una imagen corporal positiva. Piensa en cómo los bebés disfrutan jugar con los dedos de los pies, mirarse en un espejo y jugar a las palmaditas; se sienten cómodos con su cuerpo y con lo que este puede hacer.

Es hermoso que los niños empiecen su vida sintiéndose bien con su cuerpo. Sin embargo, los mensajes negativos sobre el peso, las medidas y la forma del cuerpo pueden convertir una imagen corporal positiva en negativa.

Lamentablemente, nuestra sociedad a menudo tiende a enfocarse en el aspecto físico de forma muy crítica. Los mensajes negativos sobre el peso, la forma y las medidas son habituales. Solo basta observar los anuncios de las revistas, la televisión y los carteles. En muchos de los anuncios, se intenta hacerles creer a las personas que verse de una cierta forma (por lo general, delgadas) es clave para la felicidad. Enfocarse en la apariencia puede enseñarles a los niños y a las niñas que el aspecto que tienen es más importante que quienes son. Los niños y las niñas que tienen una imagen corporal positiva se sienten más a gusto consigo mismos y más capaces. Por otro lado, si tienen una imagen corporal negativa, sienten inseguridad, ansiedad y desconexión de los demás. Además, son más propensos a aumentar mucho de peso o a padecer trastornos alimenticios, como anorexia nerviosa.
Los niños y las niñas deben saber

que son personas hermosas por dentro y por fuera, sin importar su forma o medidas.

Hay estudios que demuestran que algunos niños de tan solo tres años se sienten incómodos con su cuerpo y se preocupan por su peso. A los tres años, lo importante es jugar y reír, no pararse en una balanza o hacer dieta. Por suerte, hay muchas formas en que los padres pueden proteger la imagen corporal de su hijo o hija y mejorarla.

En conclusión, pon el foco en la salud física, social, emocional y espiritual, no en la apariencia, el peso, las medidas o la forma.