¿Quisquilloso para comer o típico de un niño pequeño?  Consejos para lidiar con un niño exigente con la comida

¿Quisquilloso para comer o típico de un niño pequeño? Consejos para lidiar con un niño exigente con la comida

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abril 19, 2023 NIÑAS

Consejos para lidiar con un niño exigente con la comida

Mientras le daba una rodaja de manzana pelada a su madre, Amelia, de dos años, exigió: “¡Córtala!”. Entonces, esta niña activa y fanática de las manzanas empezó a gritar: “¡Córtala! ¡Córtala!”. La mamá de Amelia notó que había quedado un pedazo de cáscara y se la quitó con una sonrisa.
“Me quedó un poco de cáscara”, dijo y le devolvió el trozo a Amelia, que lo comió encantada.

Amelia solía comer las manzanas con piel, pero últimamente examina la comida, se niega a comer estofado a menos que las papas y las zanahorias estén separadas y rechaza alimentos que antes le encantaban.

Food image

La personalidad del niño influye mucho en sus hábitos alimentarios. Un niño fácil de tratar puede ser menos exigente o armar menos alboroto, mientras que un niño cauto o de carácter más fuerte puede enfadarse si intentas hacer que coma.

Amelia es más exigente que su hermano a esta edad y tiene una postura más firme sobre qué come y cómo. Aunque a veces es frustrante, sus reacciones son normales en muchos niños pequeños.

Uno de cada tres padres describe a su hijo en edad preescolar como “quisquilloso”. La fase de exigencia con la comida puede empezar a los 15 meses y durar toda la edad preescolar.

¿Por qué ocurre esto?

Habla con tu médico si te preocupa el crecimiento, si se generan problemas a la hora de comer o si:

NO LO HAGAS

Obligas a tu hijo a comer.

Consideras que tu hijo es “quisquilloso” para comer.

Pierdes las esperanzas de que tu hijo coma o acepte algún alimento.

Cómo afrontar los problemas alimentarios típicos de los niños pequeños:

TU HIJO: tira la comida que le pones en el plato.

Tú: sirve al estilo familiar. Pon pequeños recipientes o platos con algunas opciones para que tu hijo pueda servirse solo (puedes ayudarlo). Si tira la comida, puede significar que está lleno o que ha terminado de comer. Ayúdalo a expresarse con sus palabras.

TU HIJO: se aparta cuando intentas darle de comer.

Tú: sigue la práctica de división de responsabilidades. Eso significa que tú eliges qué alimentos servir, cuándo y dónde, y tu hijo decide cuánto comer de lo que le ofreces. Deja que coma con los dedos y que juegue y explore con seguridad los alimentos y utensilios.

TU HIJO: no tiene hambre en las comidas, pero quiere picotear galletas todo el día.

Tú: ofrécele comidas y bocadillos equilibrados cada 2 o 3 horas aproximadamente (y agua entre las comidas). Esto lo ayuda a comer la cantidad adecuada y a estar más dispuesto a probar nuevos alimentos. Coman juntos, para que te vea disfrutar de los alimentos que quieres que aprenda a comer.

TU HIJO: dice que ya no le gustan las fresas.

Tú: dile que no tiene que comer nada que no quiera y sírvele los alimentos de diferentes maneras. Por ejemplo, pueden ser fresas en batidos, con una salsa de yogur, cortadas por la mitad, congeladas o liofilizadas. Sigue sirviéndole pequeñas cantidades de alimentos aunque hoy “no le gusten”.

Si sabes que esto pronto sucederá, puedes ayudar a tu hijo a tener una actitud más abierta y curiosa hacia la comida y a comer una variedad saludable. Tú te preocuparás menos y disfrutarás de verdad de las comidas con tu hijo.